Río de Janeiro registró ayer la temperatura más alta en lo que va del año en la ciudad brasileña. El termómetro alcanzó los 42° C, pero en algunas zonas, la sensación térmica se disparó hasta los 60° C, según datos de Alerta Río.
Las autoridades de la ciudad advirtieron que aún queda por delante una jornada larga y calurosa. El intenso calor empujó a decenas de bañistas a refrescarse en las playas; en especial, las turísticas y emblemáticas Copacabana e Ipanema.
Según con las autoridades, hoy y mañana la formación de un sistema de baja presión en el océano hará que el clima sea inestable, y se esperan lluvias de moderadas a intensas entre la tarde y la noche de hoy, que pueden ir acompañadas de rayos. Para mañana se prevén temperaturas más suaves, entre 22° C y 32° C.
Expertos coinciden en que los efectos son más agudos en los barrios más pobres, con una fuerte densidad de población y viviendas precarias, separadas apenas por pasajes estrechos.
Dentro de las casas, sin aislamiento al calor y poco ventiladas, la situación solo empeora. “Se genera una sensación de sauna”, dijo André Candido, habitante de la Rocinha.